LA MENTE BIEN ORDENADA
EDGAR MORIN
EDGAR MORIN
En su libro “La mente bien ordenada” establece que este texto está dedicado a
la educación y a la enseñanza,
definiendo que la educación
es “…una puesta en práctica de los medios propios para asegurar la formación y el
desarrollo de un ser humano…”
(Morín, 2000) y la enseñanza es
el “…arte o acción de transmitir a un alumno
conocimientos de modo que él los
comprenda y asimile…” (Morín, 2000)
y define que una enseñanza educativa
sería la transmisión de una cultura que permita comprender nuestra humana condición y nos posibilite ayudarnos a vivir,
favoreciendo dentro de ello un modo de
pensar abierto y libre. Nos plantea
que nuestra realidad como planeta es
compleja, multidisciplinaria, multidimensional, planetaria y global y que nuestros saberes han estado
orientados hacia la especialización, lo cual ha provocado una incomprensión y
falta de capacidad para solucionarlos.
Establece que las formas en que hemos sido
educados nos orillan hacia la unidimensionalidad, esto es, a fraccionar los
problemas y las realidades. Haciéndonos incapaces de considerar el contexto y
el complejo planetario, por lo que nos hemos vuelto ciegos e irresponsables. Por
ello menciona que un conocimiento pertinente es aquel
que es “…capaz de situar toda la información en su contexto…”
(Morín, 2000), por lo cual el problema de la enseñanza debe pensarse
considerando la realidad del contexto en donde se desarrolla el ser humano.
Tomando en cuenta todo lo anterior consideró
que para poder enfrentar todos estos desafíos es necesario hacer una reforma el pensamiento y reformar la enseñanza. Ya que el autor nos
explica que más allá de tener una mente llena es necesario tenerla ordenada
disponiendo de: una aptitud para plantear y
ordenar los problemas, y principios organizativos que permitan unir los
saberes y darles sentido, la educación debe favorecer la aptitud para plantear
y resolver problemas ejercitando la
curiosidad y que esto no puede estar inscrito en un programa pero si se
ve determinado por el educador.
Explica que las reformas que se han
realizado, aun cuando son necesarias no han sido suficientes, en el sentido de
que no están orientadas a la verdadera necesidad la cual es la reforma de pensamiento .Para logarlo, plantea
que es necesario “reformar” al profesorado, y explica que la enseñanza no sólo
es una función o profesión sino una misión, la cual define como una competencia
que tiene como condición: el amor, el deseo, el placer y la fe.
En conclusión en la actualidad se requiere formar ciudadanos, capaces de
enfrentar los problemas de su tiempo, problemas no locales sino planetarios. Entonces los docentes requerimos
desarrollar la aptitud para contextualizar y globalizar los saberes, en la
educación, reconocer que la educación no puede centrarse únicamente en la
transmisión de contenidos declarativos, sino que requiere una mayor comprensión
de cómo funcionan las sociedades, y como los ciudadanos podemos participar,
activamente en su transformación, atraves del desarrollo de una cultura
científica, tecnológica y humanística, que aproveche las distintas formas y
tipos de conocimientos necesarias para resolver las problemáticas que nos
aquejan formando personas aptas que respondan a los desafíos de la globalidad y
complejidad en la vida cotidiana, social con el fin de transformar la sociedad
para que ofrezca mayor bienestar a los seres humanos.
Morín, Edgar (2000). La mente bien ordenada.
Repensar la Reforma. Reformar el pensamiento. Edit. Seix Barral. Los Tres
Mundos. Barcelona.
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